Cuando era guagua, la vida era tan maravillosa y sin preocupaciones, que el pasar del tiempo no llegaba a rosar por ninguna esquina, el hogar de mi consciente. Mi vida eran juegos y risas, no me preocupaba de cuanto tiempo dormía, ni de la hora de la comida, el tiempo no me movía, yo me movía con el tiempo.
--Crecí--
>>y, ¿ahora?, ya no alcance a hacer esto...<<
>>la clase es a las 8 en punto<<
>>almuerzo a las 14h30<<
>> 30 minutos o gratis<<
>>cagamos, ya llegamos tarde...<<
Y no sera solo mi caso, sera el tuyo, y el de tu mejor amigo, y de tu papá y hasta de tu profesor que te manda deberes como si tuvieras todo el tiempo del mundo.
Sin embargo, esto del tiempo, tampoco es tan malo. Es verdad que envejecemos, es verdad que quisiéramos muchas veces dejar todo pausado, o tal vez retroceder, y solucionar tantas cosas. Pero, ¿sabes qué? El mismo hecho de no poder controlarlo, es lo que mágicamente nos regala el don de la experiencia, y va dejando en nosotros las marcas de lo vivido, desde canas y arrugas, hasta ese hueco en el corazón, con el que te recuerdo en mis noches de memoria.
Und wie gesagt, con el tiempo nacen las oportunidades, y estoy a punto de intentar acercarme otra vez a ti, con palabras y recuerdos que este sabio tiempo ha depositado en mi vida. Ha desparecido el conflicto, abramos la puerta a esta nueva chance que solo el tiempo puede crear.
No busco cambiarte la vida con esto que te digo, mi meta ha sido tan solo que lo leas.
