Caminar sobre el piso que refleja el sol directamente al rostro, que por mas que sea muy brillante, no se comparaba con la luz que tus ojos emitían a los míos cuando me mirabas, y te miraba, sobre el mismo suelo, bajo el mismo sol. Hay veces en las que despiertas y lo previamente dicho solo ha pasado en los sueños, hay veces en las que, en pleno medio día quisieras no haber despertado, y que esa manera tan fuerte de extrañarte sea la fuente que en mi cabeza te imagina, que en el corazón te necesita, que en la realidad no te tiene. Y el monstruo ha vuelto a vencer, y tu y yo, hemos aprendido a extrañarnos.
"y estás tan lejos, pero la misma luna nos ilumina..."
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